Unos te han expulsado de la tierra
y otros te han encerrado en la catedral,
o en la mezquita, o en la pagoda.
Así, unos y otros te dejan fuera de la vida social.
Pero tú no eres un Dios de templos sagrados.
Tu lugar es el mundo, especialmente los arrabales,
dónde los pobres te necesitan y se te pueden acercar.
Tu altar está en el andamio, en la vivienda social,
en la cola del paro y en la huelga.
Porque Tú haces huelga,
cuando se defiende la causa del pobre y su dignidad.
A ti, Dios de la fraternidad obrera, te decimos:
Danos rebeldía para no encerrarnos en esos templos
que nos alejan del mundo en el que tú quieres estar.
Danos rebeldía
para amar y servir de verdad,
por encima de ese espíritu inhumano
con que el dios de los mercaderes nos quiere anestesiar.
Rebeldía para dejarte tu sitio
y anunciar de qué parte estás en el actual conflicto social.
A ti acudimos desde nuestra responsabilidad.
Ayúdanos para ayudar a las/los militantes de la HOAC a vivir:
Conmovidos por el dolor del pobre y del obrero.
Convertidos a la pasión por tu Reino.
Implicados en lucha por la justicia y la igualdad.
Formados y conformados según tu Trinitaria identidad.
Entrenados en el método de la reflexión, acción y oración.
Organizados como militantes cristianos por la Comunión.
Sostenidos por la mística del sacrificio, de la pobreza y la humildad.
¡Acéptanos! Venimos a tu encuentro, por pura necesidad.
Puente Génil, 10/3/12
Reunión del Grupo de Trabajo del Compromiso de la HOAC de Andalucía
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