La Comisión General de Justicia y Paz de España desea hacer pública
su valoración acerca de los hechos, todavía poco claros, relativos a la
muerte de Osama bin Laden junto con otras personas, anunciada por el
Gobierno de los Estados Unidos de América.
1. Ninguna muerte, y
menos si es por causa violenta, debe producir satisfacción ni alegría a
nadie. Todo ser humano sin distinción, sean cuáles sean sus actos, ha
sido creado por Dios a su imagen y semejanza y está llamado para la
salvación.
2. Toda persona, incluyendo aquellas que cometen
hechos gravemente criminales, ha de ser respetada en su dignidad y sus
derechos humanos, que son inviolables. Sólo puede ser castigada por sus
acciones mediante una pena impuesta conforme a la ley legítima aplicable
y mediante un proceso justo donde se pruebe su culpabilidad y se
respeten todas las garantías penales y procesales previstas por los
Tratados internacionales.
3. La violencia es siempre un
lamentable fracaso de las relaciones humanas. La prevención y lucha
contra el terrorismo, para ser justa y eficaz, y para no engendrar más
violencia futura, no debería basarse jamás en la violencia unilateral ni
en el deseo de venganza, sino que debe atacar en lo posible los
factores que lo originan o promueven y desarrollarse conforme a los
principios de un Estado de Derecho y de la legalidad internacional.
4.
La Comunidad internacional debe exigir al Gobierno de los Estados
Unidos de América que aclare lo antes posible todas las circunstancias
exactas de lo sucedido y, de acuerdo con dicha información, tome las
medidas diplomáticas, políticas y jurídicas necesarias para exigirle el
respeto del derecho internacional, tanto en ésta como en todas su
actuaciones.
Madrid, 6 de Mayo de 2010
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